Cogerse un año sabático es una parte fundamental de la educación en muchas culturas.
Viajar durante un largo periodo es un buen motivo por el cual cogerse un año sabático.
Bien usado, se va a aprender más al cogerse un año sabático que realizando un master.
En muchas culturas cogerse un año sabático para viajar, realizar un voluntariado o explorar una rama diferente es una opción valorada y apreciada.
El cogerse un año sabático demuestra que se es alguien con inquietudes.
Además alguien que ha estado viajando durante un periodo largo demuestra un alto nivel de espabilismo.
Espabilismo es un término que ha creado Ángel Alegre, el creador de Vivir al Máximo.
Tres momentos para cogerse un año sabático
Mi experiencia me dice que puede que estés o hayas estado en algún momento de tu vida en uno de los siguientes casos. El 95% de las personas lo hemos estado.
Estos momentos son importantes porque es un momento de fin de ciclo. Y por lo tanto el momento de empezar el siguiente ciclo.
1- Al finalizar el instituto
Has terminado el instituto y no sabes que hacer. Continuar estudiando es la opción más común, o también puedes ponerte a trabajar.
En caso de continuar estudiando como marca la sociedad ¿Qué estudiar? No lo tienes claro y posiblemente estés en un dilema:
- Tu pasión es el cine (u otra carrera), pero no le ves «salida«.
- Una carrera con salida como alguna ingeniería, que no sabes si te va a gustar.
- Ponerse a trabajar.
2- Al terminar la universidad.
Acabas de terminar la universidad y no tienes claro que hacer. Las tres opciones más comunes son:
- Ponerte a trabajar para ganar algo de experiencia en el sector.
- Continuar estudiando (master, postgrado, etc).
- Intentar montar algo.
La verdad es que de las tres opciones puede que ninguna termine de convencer, pero tienen su parte interesante:
- Quieres ganar experiencia lo más pronto posible en aquello que has estudiado.
- La opción de seguir con estudios superiores o un master te llama porque en la universidad no has aprendido tanto como esperabas.
- Te gustaría montar algo pero ves riesgos y te preocupa la falta de experiencia.
3- Tras un periodo trabajando
Terminaste el instituto y puede que la universidad. Te pusiste a trabajar un tiempo para ganar algo de experiencia (y de dinero). Al cabo de unos pocos años te das cuenta que el trabajo no te llena y no sabes por donde continuar.
Estás ern un dilema. El trabajo no te termina de llenar, pero no quieres romper tu carrera profesional ahora que la acabas de empezar.
- Te gustaría explorar más sectores a ver cual te podría llenar más.
- Quieres un cambio, pero no sabes donde redirigirte.
- Quieres ascender y crees que un cambio de trabajo te truncaría esa posibilidad.
Los tres momentos decritos anteriormente son también buenos momentos para tomarse un año sábatico
Momentos llenos de dudas
Sea cual sea tu caso, estás en un momento difícil. Lo sé porque yo he estado en los tres momentos que te he descrito.
1- Terminando el instituto
En el primer caso sí que sabía que quería ir a la universidad, en ese tiempo seguía fielmente el camino de la sociedad sin cuestionarlo. No tenía tan claro que quería estudiar.
Hablar con gente un poco más mayor que yo y con más experiencia me dio la información que necesitaba. La información que obtuve me terminó llevando a estudiar Ingeniería técnica de telecomunicaciones. Una decisión de la que no me arrepiento a sabiendas que podía haber estudiado algo más acorde conmigo mismo.
Si estás en el instituto y tienes que elegir la carrera que vas a estudiar intenta hablar con gente que estuvo en tu situación y ya han pasado por ella.
2- Terminando la universidad
Cuando estaba casi a punto de terminar la universidad me di cuenta de que mis conocimientos no eran muy superiores a los que tenía cuando empecé la universidad.
Sabía teoría y tenía nociones un poco de aquí un poco de allí. Sin embargo no me veía realizando ningún trabajo con lo que había aprendido.
Sabía que tenía que ampliar mis conocimientos en el mundo laboral. Que sería mucho mejor ponerme a trabajar que continuar estudiando donde solo aprendería un montón de teoría que olvidaría con el tiempo.
Sin duda la decisión de ponerme a trabajar fue la mejor. Así que tomé una decisión: Mudarme a Madrid a buscar mi primera experiencia relacionada con lo que había estudiado.
Sabía que si no aplicaba lo que había estudiado mi memoria de pez no me permitiría acordarme de nada y menos trabajar como ingeniero. No lo tenía claro y a pesar de que había estado 5 años en la universidad me hubiera venido bien conocerme a mi mismo un poco más.
Fue así como encontré mi primer trabajo de programador MATLAB y luego mi primer trabajo de programador Java, algo que marcaría mi carrera.
3- Después de un tiempo trabajando
Siempre estaba con las dudas. ¿Había elegido bien? Estaba marcando lo que iba a ser el resto de mi vida y cuando tomas una decisión así tienes que tenerla clara.
Poco a poco empecé a desviarme del camino establecido. Empecé a formarme sobre educación financiera y empecé a seguir mi propio camino. Y fue en este momento cuando decidí tomarme un año sabático para viajar por Asia.
GAP Year: Un año ¿sabático?
En muchos países, en uno de los tres momentos que te he mencionado, la gente realiza un GAP year. Nosotros lo llamamos «cogerse un año sabático», un término con claras connotaciones negativas.
Mientras a los españoles nos da casi como vergüenza, gente de países como Canadá, Estados Unidos o Holanda lo ven como algo normal y lo ponen en su currículum. Es un año que normalmente se emplea para conocerse a uno mismo y para saber que se quiere de la vida.
Aunque la mayoría de gente lo usa para viajar, algo que me parece bien ya que viajando es una de las maneras que más te permite conocerte a ti mismo, otra gente se dedica a hacer un voluntariado, realizar un curso totalmente distinto a lo que ha estudiado, o realizar una actividad que te permita saber qué es lo que realmente quieres hacer el resto de tu vida.
Lo cierto es que lo uses como lo uses con un GAP year vas a desarrollar la habilidad más importante que existe: El Espabilismo.
Mucha gente en España te tacha de insensato cuando alguien decide cogerse un GAP year. Y, sin embargo, te aplauden cuando gastas miles de euros en un master. La verdad es que, bien usado, al cogerse un año sabático se va a aprender más que con cualquier master que se haga.
Mi recomendación es clara. No estudies un master, cógete un año sabático.
«No estudies un master, invierte ese dinero en un GAP Year»
Piénsalo durante un momento: Has estado rodeado del mismo ambiente, de la misma gente. Gente que te anima a que te compres un coche con tu tercer sueldo, y que te metas en una hipoteca nada más puedas. Todos ven la vida desde la misma perspectiva. Gente que tiene en su cabeza las mismas fronteras mentales.
Con un entorno tan parecido va a ser muy difícil que te conozcas y que sepas lo que realmente quieres y lo que realmente te hace feliz.
Si quieres conocerte más, saber lo que te hace feliz, saber más sobre ti mismo, necesitas cambiar de entorno. Ver las cosas desde otra perspectiva y, aunque hay varias formas de hacerlo, viajar es la mejor.
Cuanta más gente diferente conozcas más puntos de vista distintos verás.
Cogerse un año sabatico GAP year es una oportunidad increíble para viajar y para crecer personalmente. Tal vez para dedicarte a ese proyecto que siempre has querido hacer, y/o para aprender un montón de cosas.
Un GAP year no es un año para hacer nada o para estar de fiesta sin parar. Es un año de aprendizaje y de mejora de habilidades. Sobre todo es un año que te permite salir de la rueda y ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Sal de viaje y vete a un sitio con una cultura totalmente diferente. Recomiendo ir a un sitio donde puedas practicar inglés y donde la cultura sea diferente. Por estos dos motivos me encanta Asia o Europa del este, pero no recomiendo Sudamérica.
Lo más importante de cogerse un año sabático es que aprenderás sobre ti mismo, te conocerás mejor y desarrollarás tu espabilismo.

En una playa de Koh Rong Samloen, Camboya. Ana a la izquierda y Milito en el medio algo más adelantado.
Cosas a hacer al cogerse un año sabático
Viajar
Como ya he comentado una de las mejores formas usar ese año para crecer y desarrollarte.
Voluntariado
Puedes desde irte a ayudar niños, hasta irte a trabajar para proyectos de ayuda al medio ambiente o trabajar en huertos ecológicos.
Realizando un voluntariado vas a ver muchas cosas distintas y vas a aprender mucho, sobre ti y sobre otras cosas.
Estudiar «otras habilidades»
Igual siempre has querido aprender a tocar el piano y nunca has tenido tiempo. o siempre has tenido curiosidad por la geología. O a pesar de que estudiaste historia siempre has querido montar un blog pero no tienes ni idea de cómo hacerlo.
Al cogerse un año sabático se puede invertir ese tiempo en formación.
Cada vez que estudias algo para mejorar tus habilidades ten por seguro que invertiras bien ese tiempo (y también el dinero que inviertas).
Planificación
Sea como fuere un año sabatico requiere una mínima preparación, así que deberías hacerte estas preguntas:
- ¿Qué quieres aprender?
- ¿Por qué es una buena inversión?
- ¿Qué tipo de experiencias quieres vivir?
- ¿Cómo lo puedes aprovechar de una buena forma?
- ¿Cuál es tu presupuesto?
- ¿Que cantidad de dinero necesitas ahorrar?
Con un poco de preparación y muchas ganas puede que sea uno de los mejores años de tu vida. Además de un año donde vas a aprender muchísimas cosas si lo has planteado bien.
Aprende más sobre un año sabático y prepárate el tuyo con las siguientes webs:
La imagen principal es en Chiang Rai visitando el gran Buda. Chiang Rai es una de las ciudades en las que he estado una semana durante mi Gap Year. Es una pequeña ciudad que me encantó.
8 marzo, 2019 at 23:47
Nunca me he cogido un año sabático y me has hecho entrar ganas de hacerlo! Nunca es tarde supongo 🙂
9 marzo, 2019 at 13:46
Hola David!
Un año sabático es una gran manera de conocerse a uno mismo. Yo creo que el no haberse cogido un año sabático con veintipocos es buena señal. Opino que se puede aprovechar más con veintimuchos o treintaipocos. Y nunca es tarde. Yo tengo treintaymuchos. jajaja.
Un abrazo!