Invertir en experiencias es una de las cosas que más felicidad proporciona.

En cambio, poseer muchos objetos termina trayendo preocupaciones.

 

Muchas veces oímos que invertir en experiencias es lo que trae felicidad.

Pero, por mucho que lo oímos, terminamos usando más el dinero en comprar cosas que invertir en experiencias.

Al pagar por una experiencia, la experiencia pasa. Pero, en cambio, cuando se paga por comprar un objeto, el objeto perdura. Esto es correcto y, visto desde este punto de vista, parece más lógico gastar más en objetos y menos en experiencias.

Pero esta forma de pensar, aunque racional, es errónea.

Una experiencia se nos queda grabada en la memoria y, la mayoría de veces, nos da un aprendizaje.

En cambio, muchos de los objetos que poseemos, están en algún lugar perdidos cogiendo polvo. Otros de ellos, terminan generando más preocupaciones que felicidad.

 

La necesidad de poseer

A la hora de usar el dinero para vivir más cómodamente hay un montón de frases que nos han vendido como frases típicas:

  • «La vida son 4 días».
  • «Hay que disfrutar el ahora».
  • «No quiero ser el más rico del cementerio».

Estás frases están bien y yo las comparto. Pero el tema es que se usan de forma inadecuada.

Normalmente, la gente que usa estas frases son gente que gasta su dinero en bienes materiales, multitud de ropa, televisión de plasma de tropecientas pulgadas, etc.

La necesidad de poseer es una necesidad inculcada por una sociedad consumista. Esta necesidad ha sido introducida por un falso principio. El principio de quien más posesiones acumula y más caras son esas posesiones, más status social tiene.

Lo cierto es que, las posesiones, cuanto más caras son, más status dan de cara a la sociedad. Pero también generan más preocupaciones y más gastos.

  • Un BMW genera más gastos directos e indirectos que un Seat Leon.
  • Una casa grande conlleva más impuestos y más gastos que una casa pequeña.
  • No solo eso, dejar un BMW nuevo aparcado en la calle genera una mayor preocupación: ¿Me lo rallarán? ¿Me lo tratarán de abrir?.

La falacia aparece con la creencia de que tener más objetos, y más caros, proporciona una mayor felicidad. Muchas veces, acumular objetos, lo que genera es mayor preocupaciones. Y cuanto más preocupaciones se tiene, menos feliz se es.

Según el Doctor Thomas Gilovich, una vez cubiertas las necesidades básicas, las experiencias y las acciones alineadas con nuestros principios son lo que nos trae la felicidad.

A pesar de todos estos estudios comprobados, la presión cultural de la sociedad parece ser más fuerte. Poca gente invierte en experiencias por encima de objetos.

El Minimalismo enseña que, muchas veces, menos es más.

 

El gasto contribuye a la felicidad, el excesivo gasto contribuye a la infelicidad.

Lo cierto es que conforme gastamos dinero en cosas que nos gustan nuestra felicidad aumenta. Pero no es lineal.

Al principio la recta es muy pronunciada y con poco que gastamos sentimos una gran satisfacción, pero a medida que seguimos gastando la pendiente de incremento de satisfacción disminuye.

Según gastamos dinero empezamos primero a satisfacer las necesidades básicas. Continuamos gastando en cosas importantes para nosotros. Esto nos genera gran felicidad.

Después empezamos a comprar cosas que no son tan importantes para nosotros. Y cosas para aparentar un mayor status. El gasto que realizamos no nos otorga tanta felicidad en proporción al dinero que gastamos.

Esto es tal que a partir de cierto gasto, un mayor incremento de gasto apenas conlleva satisfacción. De hecho, está demostrado que un excesivo gasto de dinero en cosas materiales crea infelicidad tal y como puedes ver en la siguiente gráfica.

Además, vivir al límite de tus posibilidades te esclaviza en el sistema, con lo que gastar los últimos euros de tus ingresos conlleva más infelicidad que felicidad.

La tranquilidad que te da tener un dinero ahorrado para imprevistos supera, con mucho, la felicidad que te da el gastarlo.

Por último, varios estudios recientes han demostrado que al ser humano se le da bastante mal predecir en lo que debe gastar su dinero para ser más feliz.

invertir en experiencias

Un mayor gasto no conlleva una mayor satisfacción

 

El doble filo de las posesiones

Somos libres de elegir las posesiones que queremos tener pero una vez las tenemos lo que poseemos también nos posee. Cuanto más cara es una posesión más te posee.

  • Un coche implica gastos y cuidados, además cuanto más caro sea el coche más preocupaciones nos dará. Por ejemplo, evitaremos dejarlo en cualquier lado para que no le aparezca ninguna ralla inesperada.
  • Un utensilio tecnológico caro nos preocupará más cada vez que lo saquemos fuera de casa y cuando se lo prestemos a alguien.
  • Un traje caro nos tendrá todo el día pensando en no dañarlo cuando lo llevemos puesto.

Cuanto más cara sea una posesión más nos preocupará su bienestar y más atención le daremos a pesar de que ello nos consuma parte de nuestro tiempo y energía. Un exceso de posesiones o un exceso de valor en las posesiones que tenemos hará que nuestra preocupación aumente.

¿Recuerdas al Tio Gilito? A pesar de que tenía una cantidad de dinero casi ilimitada no era 100% feliz porque tenía una gran preocupación: Que alguien pudiera entrar en su inmensa caja fuerte.

 

Aumenta tu felicidad a base de invertir en experiencias

En los últimos años se han realizado varios estudios que comparan el índice de felicidad según los bienes materiales que se poseen y las experiencias vividas. (Referencia a los estudios).

El resultado es devastador. Los bienes materiales apenas incrementan la felicidad, en algunos casos incluso te hacen más infeliz. En cambio las experiencias siempre te hacen más feliz.

 

«Te puede gustar lo que tienes, incluso puedes pensar que forma parte de tu identidad, pero no tiene importancia, los objetos no estarán siempre contigo. En cambio las experiencias forman parte de ti, de tu identidad. Somos la suma de nuestras experiencias. Vivimos experiencias con gente y cuando se han ido las experiencias permanecen contigo»

Jay Cassano

The Science of why you should spend your money on experiences, not things

 

Si hay algo que cuanto más hacemos más felicidad nos genera, eso es vivir experiencias.

actividades en Chiang Mai

En las Sticky Waterfalls (cataratas pegajosas) del norte de Chiang Mai (Tailandia). Sin miedo a resbalar.

Relación entre experiencias vividas y felicidad aportada

Siempre es una buena idea el invertir en experiencias, pero la felicidad que generan depende de varios factores.

1- Cuanto más nuevas son las experiencias más felicidad nos generan

Está demostrado que vivir nuevas experiencias nos aportan felicidad. No es lo mismo la felicidad que te genera conducir un Ferrari por primera vez que conducirlo por vigésima vez.

  • La primera vez que vas a la boda de un amigo es algo que se queda grabado en la memoria.
  • Aquella primera juerga de los 15.
  • La primera visita al casino.
  • Esa primera vez que os perdisteis haciendo senderismo.

Estos momentos primerizos se nos quedan grabados en la mente. Incluso experiencias que puede que no te gusten la primera vez, siempre te producen sensación de felicidad al recordarlas.

 

2- Cuanto más aprendemos con una experiencia más felicidad obtenemos

Muchas veces tenemos un gran recuerdo de la segunda vez o la tercera vez.

Esto me paso a mí en mi tercera clase de baile, porque sentí que había aprendido desde la primera vez y recuerdo aquella clase como una gran experiencia.

El hecho de sentir un aprendizaje mientras hay una diversión causa una mayor felicidad que simplemente si hay una diversión.

Sin duda, aprender cosas nos genera felicidad.

 

3- Cuánto más nos gusta lo que hacemos más felicidad nos genera

Evidentemente hacer cosas que nos gustan siempre nos van a hacer más felices.

 

4- Cuanto más protagonistas somos más felicidad obtenemos

Ir a ver una obra de teatro me encanta. Pero si fuera actor, y quitando temas de vergüenza, participar en una obra de teatro debe de ser la leche.

Si te gusta el fútbol, ver un partido de fútbol es divertido, pero jugar uno es mucho más divertido.

Ser el Doctor Watson siguiendo a Holmes es muy excitante. Pero ser el mismísimo Sherlock Holmes es realmente una pasada.

 

5- Cuanto más compartimos la experiencia con gente más felices nos hace

Recuerdo la primera vez que fui a un parque temático, era Port Aventura. Me lo estaba pasando en grande con mi hermano, con mi hermana, con un amigo nuestro y con mi primo. Cada vez que ibamos a montar en una atracción nos contábamos como creíamos que iba a ser, gritábamos juntos y comentábamos lo que más nos había gustado al salir.

Hubo un momento que me perdí del grupo. Al principio no le di importancia y, viendo que no había cola, me monté en la estampida. A pesar de ser una de las atracciones que más suelen gustar recuerdo que montar solo en ella no fue ni la mitad de divertido que esperaba.

El hecho de que mis hermanos y amigos no estuvieran a mi lado hacía que la atracción fuera mucho menos divertida.

Al bajarme de la estampida no lo dudé ni un segundo, mi prioridad era buscar a las personas con las que había venido antes de seguir montando a las atracciones.

Y es que compartir experiencias hace de esas experiencias algo más felices. Por este motivo los viajeros se juntan con otros viajeros. Y aplicaciones como meetUp funcionan tan bien.

Viajar. Fuente de experiencias

Dicho todo esto, para mi queda claro que una fuente de felicidad es viajar.

Cuando viajas:

  • Vives miles de experiencias, la mayoría nuevas y profundas.
  • Conoces a mucha gente con la que compartir las experiencias.
  • Experimentas nuevas sensaciones.
  • Conoces gente diferente con la que aprendes y compartes muchas cosas.
  • Aprendes de las experiencias.
  • Cuando viajas tú eres el actor principal de tu viaje. Es una aventura donde tú eres el principal protagonista.

Además, las experiencias vividas en un viaje se te quedan grabadas en la mente. Siempre vas a recordar las experiencias de un viaje de forma agradable, incluso las malas experiencias.

Es curioso como apenas tengo memorias de aquellos 3 años que estuve trabajando en Madrid, y las que tengo suelen ser de los fines de semana. Sin embargo, tengo multitud de recuerdos de los 9 meses que estuve viajando por Asia.

Experiencias

Foto final después de la experiencia de dar una charla en un colegio de Taiwan

Me da un poco de pena ver que algunas personas que dicen que no tienen tiempo y/o dinero para viajar. Y que en cambio tienen un montón de cosas que no usan o que les generan más preocupaciones que alegrías.

Todos los días es un calco del día anterior y cuando llegan las 3 semanas de vacaciones tienen que usar la mitad para descansar y prepararse para otros 11 meses donde su vida se repite día tras día.

Gente que no sale de su ciudad, que entre semana trabajan 45 horas para luego tener su momento de felicidad en la noche de borrachera del fin de semana, la cena en su restaurante favorito, o su sábado de compras.

Toda la vida en una misma rueda para seguir invirtiendo el tiempo y el dinero en posesiones en lugar de en experiencias.

 

¿Y tú?  ¿Crees que debemos gastar más en experiencias? ¿O en cambio crees que los objetos nos aportan mayor felicidad?

 

La imagen principal ha sido tomada por Simon Migaj y sacada de Unsplash

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